Dentro del proyecto “Del Semillero al Mercado” que trata de dinamizar a la población en torno a la importancia de cultivar la huerta como garantía de salud, de respeto al medio ambiente y como defensa y práctica de la Soberanía Alimentaria.
El alumnado de estos centros participó en la realización de sus propios semilleros, recogieron y mezclaron la tierra con el estiércol y plantaron las semillas, cedidas por el Banco de Semillas de la Serranía de Ronda, ayudados y asesorados por unos maestros excepcionales, sus propios abuelos y abuelas que también participaron de la actividad, y se acercaron al conocimiento de las semillas como fuente de vida y alimento, adquiriendo el compromiso de su cuidado y trasplante al huerto cuando sea oportuno.

Pimientos, tomates, pepinos, melones, sandías, calabacines y calabazas crecerán en nuestros campos con los cuidados de estos pequeños agricultores y agricultoras.

El proyecto “del semillero al mercado” se enmarca dentro de las acciones de estudio y recuperación de las huertas del Guadiaro que está llevando a cabo nuestra Asociación junto con el Ayuntamiento de Benalauría y tiene como objetivo dinamizar a la población de este valle en torno a la recuperación de las fértiles huertas como garantía de empleo y futuro para la zona, y que tendrá su actividad culminante el 15 de agosto con la Fiesta de los Mercados, una ocasión magnífica de disfrutar de un día de mercado en torno a los productos hortofrutícolas de nuestras huertas.

Modelo de actividades agroecológicas que se desarrollan en colaboración con los Centros Educativos. En este caso, la preparación de un pequeño jardín aromático con las especies más características de la zona y que se han usado de forma tradicional en el pueblo. La actividad ha apoyado la competencia en el conocimiento y la interacción con el medio. Está muy orientada al conocimiento concreto de su entorno y a la puesta en valor del conocimiento tradicional. Se ha pretendido que tomen conciencia de la preservación de estos bienes naturales, especialmente en las oportunidades socioproductivas y culturales de la biodiversidad agraria.

En colaboración con el Encuentro de Creatividad Social con mujeres agricultoras -Proyecto “Construyendo soberanía alimentaria. Las variedades autóctonas: una herramienta para el cambio”- de la  Red Andaluza de Semillas (RAS) se realizó un taller al respecto en Jubrique, Valle del Genal. Con su desarrollo se realizó una puesta en valor del papel que juegan las mujeres agricultoras en el uso y conservación de variedades tradicionales. El objetivo era conocer la realidad del trabajo de las mujeres productoras en todo lo concerniente al manejo de la biodiversidad cultivada en sus fincas.

La realidad de las mujeres de nuestros pueblos vinculadas a la tierra no podemos decir que sea la de la agricultura en el sentido más amplio. Pero si vivimos en un medio donde la mayoría de las familias mantienen sus huertas familiares y donde las mujeres, como ellas mismas dijeron durante la sesión, son claves, “pues sin nosotras  nuestros hombres no cultivarían los huertos”.  Éstas lo planteaban como un trabajo compartido entre unos y otras, cada miembro hace unas tareas. No es así en todos los casos, pues de la veintena de participantes, un poco menos de la mitad tienen sus propios huertos. En la mayoría de los casos son de autoconsumo, aunque varias de ellas venden los pocos excedentes que puedan tener. Volvimos a constatar algo que venimos reiterando y comprobando desde hace años en el mundo campesino: en los casos en que se mantienen variedades locales de un año para otro, se extraen las semillas y se ponen aún los semilleros propios, esta labor la hacemos las mujeres, afirmaron. Algunas de las participantes manifestaron un gusto especial por manejar sus semillas y semilleros.